Según el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos, los días en los que un trabajador ha permanecido en ERTE no computan a la hora de calcular las vacaciones. Por tanto, estos trabajadores tendrán derecho a menos días de vacaciones este año. Por ejemplo, si un trabajador tiene derecho a 2,5 días de vacaciones por mes trabajado y ha permanecido dos meses en situación de ERTE tendrá 5 días menos de vacaciones que en circunstancias normales.
Hay que tener en cuenta que esto es solo un ejemplo, ya que los días de vacaciones a los que tiene derecho un trabajador pueden variar en función del convenio, de si se tienen en cuenta días naturales o días hábiles o incluso de pactos o acuerdos con la empresa.
Esta situación solo es de aplicación a los trabajadores que han estado en situación del ERTE al 100%; los trabajadores en ERTE parcial tienen derecho al disfrute de la totalidad de sus vacaciones.
Del mismo modo que ocurre con las vacaciones, los trabajadores que han estado en ERTE a causa del COVID pueden ver reducida la paga extraordinaria que van a recibir este verano. En este caso, la situación afecta tanto a los trabajadores en ERTE total como a los trabajadores en ERTE parcial.
En el caso de los trabajadores en ERTE total, los meses que hayan estado en ERTE no computarán a la hora de calcular la paga extraordinaria de verano, por lo que la cuantía se verá reducida.
Del mismo modo, los trabajadores en ERTE parcial verán reducida su paga extra de forma proporcional a la reducción de su jornada.
Como hemos podido analizar, tanto las vacaciones como la paga extra de los trabajadores con ERTE pueden verse afectadas este verano. Por eso antes de hacer planes y contar con un tiempo o unos ingresos determinados, es recomendable consultar con nuestra empresa cómo queda nuestra situación.