España es el país de la Unión Europea donde más contratos en prácticas se realizan a jóvenes que están terminado sus estudios. Además, también repite puesto entre los países donde sus becarios están peor pagados, no llegando a cubrir gastos esenciales como transporte o vivienda. Eso en el caso de que perciban algún tipo de remuneración. Con la entrada en vigor del nuevo Estatuto del Becario se pretende acabar con este problema.
La situación del becario es tal que, por no saber, ni se sabe el total de personas que hay en esta situación en España. Algunas fuentes como el sindicato CCOO, calculan que puede haber en torno a medio millón de personas con contrato en prácticas, pero solo son estimaciones ya que no hay cifras oficiales. Además, Adrià Junyent, responsable de Juventud de CCOO, explicaba durante las negociaciones del nuevo Estatuto del Becario que “el 60% de quienes se encuentran en prácticas, desarrollan el mismo tiempo de trabajo y las mismas tareas que los miembros de la plantilla” haciendo referencia a un estudio de Eurostat.
Dada esta situación, desde el Ministerio de Trabajo se está trabajando desde abril con los sindicatos CCOO y UGT, así como con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para acabar con los principales problemas que se encuentran los becarios por la falta de legislación. El objetivo principal es que, por lo menos, las prácticas no le cuesten dinero al estudiante. Para ello, el texto que se aprobará presuntamente durante los próximos días, pretende otorgar una serie de derechos a los jóvenes que quieran terminar sus prácticas formativas para prevenir abusos por parte de las empresas como los mencionados anteriormente.
Con el respaldo de los sindicatos UGT y CCOO, la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha pospuesto la aprobación del texto en el Consejo de Ministro a la espera de la celebración de elecciones en la CEOE para nombrar nuevo presidente el próximo 23 de noviembre y así conseguir el apoyo de la patronal, que se ha desvinculado del preacuerdo. Una vez aprobado el texto, las empresas tendrán un periodo de tres años para poder adaptarse a la nueva normativa.
A continuación, compartimos los principales aspectos del nuevo Estatuto del Becario: