El currículum es la primera toma de contacto que un seleccionador va a tener contigo. No hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión y, por este motivo, debes saber la importancia que tiene que esa carta de presentación que quien ofrece un empleo está viendo esté perfectamente elaborada. En forma y en contenido. Vamos a ver qué aspectos deberás tener en cuenta a la hora de redactar tu currículum.
- La presentación. Escoge una tipografía clara, legible, a 12 puntos y en folio DIN A4. Si tu perfil es más creativo y optas a un puesto enfocado al diseño y a la innovación, deberás hacer un currículum diferente, más especial, quizá en formato vídeo, una web... Cada currículum debe adaptarse a la situación y al empleo al que se aspira. No cualquier currículum vale para cualquier trabajo.
- Concisión. El currículum ha de ser breve. Que no supere las dos páginas y si puedes condensarlo en una, casi mejor. No se trata de que quites cosas importantes, si no de que omitas redundancias, aportaciones que realmente no dicen nada interesante sobre ti y tu experiencia. No te enrolles cuando expliques tus anteriores puestos o todo lo que has estudiado, ya lo harás en la carta de presentación. Deberás ser ordenado y que de un vistazo se lea todo fácilmente.
- No mientas ni exageres. Debes ser sincero y realista en tu currículum. Tampoco seas modesto, simplemente, cuenta la verdad, destaca tus puntos fuertes, eso en lo que eres el mejor, cuenta lo que has hecho y conseguido en tu etapa como estudiante o si ya tienes experiencia laboral, eso que crees que puede interesar de verdad a la empresa que está seleccionando personal.
- Demuestra con tu currículum que realmente eres la persona más adecuada para ese puesto. Acompáñalo con una carta de presentación donde puedas explayarte mejor y detallar muchos aspectos que no tienen cabida en el currículum. Te ayudará a enviar una candidatura mucho más completa.
- La ortografía. Como decimos, tan importante es lo que cuentes en tu currículum como la forma en la que lo hagas. Nunca, y decimos nunca, deberá haber faltas de ortografía ni erratas en tu currículum. Repásalo las veces que sea necesario, enséñaselo a alguien para que lo revise, pero asegúrate de que esté perfecto.
- La foto. Es un punto muy importante. Evidentemente, debe ser actual, un primer plano, con una expresión relajada y natural. Sobre todo no pongas una foto antigua que encuentres por casa ni, mucho menos, recortes tu cara de una foto en la que te veas bien pero que se vea un fondo de la calle o un brazo cortado que te sujeta el hombro. Debes ser serio y profesional. Estás buscando trabajo, no creando tu perfil en una red social.
- Hablando de redes sociales, actualmente un complemento a tu currículum serán tus redes sociales. Puedes incluirlas en tus datos personales y, si no lo haces, ten por seguro que el seleccionador introducirá en un buscador tu nombre para observar tu marca digital. Más adelante veremos la importancia que tiene tu imagen en la red, pero por ahora quédate con el hecho de que has de cuidarla y controlar qué publicas y qué no para asegurarte de que un reclutador no encuentre cosas que no te gustaría que viese...