Las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años consisten en unos exámenes que cada año organizan las universidades destinados a que gente que supere esta edad pueda acceder directamente a estudios superiores.
Son pruebas que se pueden hacer en cualquier universidad que las ofrezca y donde se imparta la titulación que quiere hacer la persona interesada. Se debe tener en consideración que aprobar este examen supone poder acceder a los títulos que tenga esa institución determinada.
La prueba consta de dos partes. Una general, dividida a su vez en tres ejercicios, con un comentario de texto, prueba de lengua y de lengua extranjera. La segunda fase es más concreta y existen cinco posibilidades según las ramas de conocimiento en las que se enmarque la titulación a la que se desea acceder: opción A (Artes y Humanidades), opción B (Ciencias), opción C (Ciencias de la Salud), opción D (Ciencias Sociales y Jurídicas) y opción E (Ingeniería y Arquitectura). Según cuál sea la alternativa escogida el candidato tendrá preferencia para poder cursar las titulaciones que formen parte de esa rama.
Las universidades convocan una prueba de acceso para mayores de 25 año al año en cada una de las áreas. Existen cursos para preparar este examen para poder superarlo con mayores garantías de éxito.
Para poder realizar estas pruebas se deben cumplir los siguientes requisitos.
Este examen se supera con un 5, aunque el aprobado llegará cuando al menos se tengan cuatro puntos en cada una de las fases de la prueba. Si el alumno la supera, podrá pedir plaza en la universidad donde haya hecho el examen. El cupo para personas que hayan superado la prueba de acceso para mayores de 25 años corresponde como mínimo al 2% del total de plazas que se oferten.
También con carácter anual se llevan a cabo las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años, para las cuales también existen cursos preparatorios. Los requisitos serán similares a los anteriores, en este caso, tener más de 45 años, pero tampoco se podrá tener ninguna titulación que permita acceder a la universidad de otra manera. Cada universidad fija las características del examen, que suele incluir cuestiones de cultura general, madurez mental y aptitudes para la titulación escogida.
Habrá una prueba de acceso adaptada que evalúa la madurez del candidato y la capacidad para poder cursar esa titulación, todo ello a través de pruebas de comentario de texto y lengua; y una prueba específica con entrevista personal donde se tendrán en cuenta habilidades y aptitudes propias del candidato. El examen se concluye con calificación de apto o no apto.