Probablemente en la cultura española no haya habido mucha tradición de ser emprendedor, habitualmente se pensaba que lo lógico y natural es tener un trabajo con un horario y un sueldo prefijado donde echas las horas correspondientes, fichas y te vas a casa, aunque para algunos esto no es una elección. Y es que para la mayoría de emprendedores, esta característica es inherente a su persona, el que es emprendedor lo es de los pies a la cabeza.
Como es habitual, tiene ventajas e inconvenientes, es como la teoría de la manta, si te tapas la cabeza, te destaparás los pies, sin embargo, ser emprendedor tiene una serie de privilegios respecto al que es un empleado al uso, como por ejemplo:
Estabilidad en el empleo
En la situación económica y laboral que vivimos actualmente es difícil que se dé el caso de aquellas personas que trabajaban en la misma empresa toda la vida. Si bien, siendo tú el dueño de la empresa, tu puesto durará lo que dure la misma, y aunque no solo dependerá del esfuerzo realizado, ya que en ello influirán otros factores económicos, pero la continuidad en la empresa no dependerá de las decisiones de un superior o de un departamento de recursos humanos.
Hacer lo que te apasiona
Siempre se ha dicho “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”, con lo que al elegir la actividad de la empresa, puedes elegir el sector y la actividad que te llenan de verdad. Ya sea montar un bar, una peluquería, una panadería, una librería, etc., si dentro del abanico de posibilidades optas por una actividad que te apasione, tendrás muchas más oportunidades de éxito, ya que trabajarás con muchas más ganas, rodeado del ambiente que te gusta y realizando algo que te apasiona y te gusta de verdad.
Autonomía
Probablemente sea una de las ventajas más destacables, ya que podrás determinar el ritmo de trabajo, la plantilla y la metodología a aplicar. Además tendrás independencia para desarrollar tus propias ideas y la libertad para marcar tus horarios. Un emprendedor que lea esto dirá que un jefe no tiene horarios y que trabaja veinticuatro horas al día, y aunque no podría estar más de acuerdo, deberá reconocer que es él quien fija sus periodos de descanso y que no vienen determinados previamente por la empresa.
Por supuesto que exige mucho trabajo duro y que debe regir un principio de responsabilidad para alcanzar la excelencia y obtener una calidad de la que estar orgulloso.
Satisfacción personal
Como se dijo en el párrafo inicial, un emprendedor lo es porque lo es, con lo que gestionar una empresa propia y que ésta tenga éxito, será motivo de orgullo para él al liderar un proyecto propio de principio a fin que suponía un reto y del que ha salido victorioso.
Además ese éxito supondrá un logro personal y el reconocimiento de su círculo de amistades, de su familia, etc.
Libertad de remuneración
Aquellas opciones que entrañan un mayor riesgo para el decisor, tienen un mayor potencial para generar grandes beneficios, lo que implica que, acorde al talento y a un trabajo bien hecho que haya seguido las pautas que hayas marcado, es probable que obtengas
más ingresos.
Si ya sois emprendedores es probable que este post os
haya recordado por qué lo sois, y si os estabais planteando
la opción de montar un negocio propio, solo podemos animaros
a dar el paso y desearos lo mejor.